"CUANDO LOS SIERVOS DE DIOS QUIEREN RENDIRSE..."

¿Por qué está atacando el diablo tan intensamente al pueblo de Dios?

Él percibe la perdición inminente tanto para sí mismo como para su reino. Sabe que su tiempo es corto (Apocalipsis 12:12). Los demonios tienen emociones (Santiago 2:19). No le atribuya al diablo más mérito del que le corresponde. Incluso el enemigo de su alma sabe que un día todo esto acabará y que a él le irá muy mal (Apocalipsis 20:3, 10).

¿Ha visto alguna vez a un animal atrapado en una jaula? Se desespera. ¿No le parece que el diablo simplemente no le deja tranquilo? Pues ¿sabe qué? El diablo está nervioso. El diablo está paranoico, tiene miedo. Su reino pronto se derrumbará y le odia a usted porque usted le pertenece a Jesús, quien le venció (1 Juan 3:8). El que tiene qué temer es él, no usted (2 Timoteo 1:7).

Él nota que la Iglesia de Jesucristo está atravesando una Transición, lo cual significa pasar de un estado a otro. La Iglesia no se va a quedar tal y como está ahora. Vamos a cambiar, a atravesar la transición hasta convertirnos en una Iglesia gloriosa, poderosa, una Iglesia sin mancha ni arruga, y el diablo lo sabe.

Viene un autobús y él no lo puede impedir. "La vida es lo que toma lugar mientras se espera el autobús". Usted va montado en el autobús. No me refiero al rapto, sino a la transición de la pasividad a la pasión, tal vez de un espíritu confuso a un espíritu conquistador. De una pereza espiritual a vapulear al diablo. Tal vez sea el momento de ponerse en pie (Efesios 6:13-14).

El enemigo percibe que la Iglesia tendrá un nuevo discernimiento acerca de sus artimañas. Lea 2 Corintios 2:11. ¿Ha estado alguna vez en un lugar donde no sabía si sus problemas eran de origen demoníaco, una prueba de Dios o simplemente fruto de las acciones de cristianos con buenas intenciones pero inmaduros? Viene el momento (lo sabe el diablo) en que la Iglesia tendrá más discernimiento que nunca antes.

La Palabra de Dios se describe como "más cortante que toda espada de dos filos" (Hebreos 4:12). Esto se aplica a la Palabra escrita de Dios. Sin embargo, estoy convencido que Jesús, el Verbo de Dios, va a ser más "afilado" dentro de nosotros en cuanto al discernimiento.

Podremos deshacer toda la maraña de confusión espiritual que nos lanza el enemigo para comprender claramente con una visión espiritual nítida. No entraremos medio ciegos a la batalla, sino que más bien cegaremos al enemigo y acabaremos con él (2 Reyes 6:15-17). Le perseguiremos, alcanzándolo y obligándole a devolver los bienes que nos robó.

Recordemos que no estamos luchando contra carne ni sangre, contra ovejas desobedientes, murmuradores, etc., sino contra el mismo satanás (Efesios 6:12). Dejen de ver lo físico. Nuestra batalla no es mundana, sino espiritual y estamos destinados a vencer.

En resumen: satanás quiere que usted se rinda. ¡No lo haga!

Hermano santo, no deje la viña que Dios le ha asignado (Juan 21:15-17). Aquello a lo que usted se enfrenta es precisamente lo que le está preparando para dar más fruto. No se consigue nada de valor sin tener que luchar. Cuide del rebaño y concéntrese en su noble llamado. ¿Está desfallecido? Lea Lucas 18:1-8.

No quite las manos del arado. Deje de mirar atrás. No hay nada allá atrás sino un barranco. Usted lo sabe. Mire hacia arriba. Hay gente que depende de usted. Hay santos más débiles que están pendientes de usted. Usted es valioso para Dios. Él le ama muchísimo (1 Juan 3:1).

No haga caso de sus emociones. Son campo fértil para el ataque del enemigo. Sus sentimientos le dirán que abandone el barco. Satanás le dirá que no merece la pena quedarse. Él miente. Siempre miente. Resista. (Santiago 4:7). Dígale que se vaya a su futuro hogar (Apocalipsis 20:10).

No escuche las palabras negativas de personas mundanas y escépticas (Santiago 4:11-12) aun si son sus amigos y familiares. Escuche a su Padre en el Cielo. Algunos jamás se han enfrentado a una batalla como esta. Tal vez usted se sienta a veces que no va a llegar al final. Algunos no sólo están exasperados, sino que además de tirar la toalla quieren dejarlo todo. ¡No lo haga!

Dios le está preparando para cosas mejores. No viva según sus deseos carnales y entendimiento humano. Es más importante dejar ser negativo usted mismo que evitar la negatividad en los demás. Traiga esos pensamientos a la obediencia de Cristo (2 Corintios 10:3-5).

Recuerde, Jesús lleva sus cargas. Esta prueba acabará. Dios es un artista maestro y le está convirtiendo a usted en algo hermoso (1 Juan 3:2) porque Él mismo es hermoso (Salmo 90:17). En cuanto al presente, sólo puede ver una pequeña parte del panorama. Permita que Sus toques maestros hagan lo que quieren y no se lo impida. Su pincel sin entrenar simplemente estropearía la obra maestra que se está produciendo.

La inundación, el fuego y el viento y las olas no le anegarán. "Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti " (Isaías 43:2).

Aun cuando en su debilidad, Dios "te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan" (Isaías 58:11).

Mire, usted va a llegar. Sí, ha cometido errores, pero Él le protege y guía amablemente su vida al lugar de la victoria. Algunos de ustedes llevan años en el desierto. Antes de comenzar su ministerio, Pablo sirvió en el desierto por un tiempo (Gálatas 1:17) y ahora usted está a punto de salir del suyo. No tema, ya que va a pasar por esto y comenzará a gritar como nunca antes.

Así que levántese, quítese el polvo y tome su puesto. Usted no es quien tiene miedo, sino el diablo.